miércoles, 29 de agosto de 2007

Crónica de un cumpleaños bastante feliz (No todos los días se cumplen 25)


Por si no os habéis dado cuenta, ayer martes celebré mi vigesimoquinto cumpleaños, y la verdad no me noto nada distinto al lunes, ni más gordo, ni más calvo (lo que me faltaba).


Cumplir años siempre provoca un mar de sensaciones, en ocasiones demasiado ambiguas, en otros casos un tanto contrariadas. Pero el cosquilleo que te recorre el cuerpo siempre es inevitable.


Ese día, como otros muchos importantes al cabo del año, se acuerda uno de los que están siempre ahí y de los que no están y da gracias a lo que sea de seguir bien y de que todo le marche dejémoslo en adecuadamente, algo que equivaldría al P.A. que nos ponían en Primaria.


Lo cierto es que en días como este uno se da cuenta de que no se puede quejar de nada. Te levantas entre titubeos y mientras recalientas un café recalentado piensas "un año más". Lees los periódicos digitales y recuerdas que el mismo día en el que nací, las ciudades de Torrelavega y Rochefort se hermanaron. Ahí queda eso Anuca.


Las horas del día pasan el trabajo y cuando sales solo piensas en ver a los tuyos, en abrazar a los que más quieres, a los que te acomapañan en tu viaje, en los senderos sinuosos del día a día. No voy a negar que el fenómeno de los regalos no hace ilusión, ya se cumplan 5, 13, 25, 42, 74 o 118 años. Pero no hay nada que pueda alterar la felicidad de sentarse junto a tu familia, a tus amigos, a tu novia, a los que te quieren de verdad. Y todos reunidos en torno a una mesa, con los ingredientes habituales de este tipo de reuniones, nos emborrachamos de palabras y de sonrisas.


La jauría humana se marcha de tu casa y tu te quedas con el papel de regalo roto en mil y un pedazos distribuidos por todo el salón, vasos de refresco medio llenos, fotos para el recuerdo, el aroma de besos cariñosos y una composión escultórica contemporánea a base de vasos, platos, cubiertos, etc, etc.


El último paso que queda en el día es el de acostarse y como alguien que me considero amante de los pequeños detalles, repaso los mensajes de mi móvil y me acuerdo de la suerte que tengo de estar rodeado de toda esa gente.


Sin más, GRACIAS a aquellos que han confiado en mí, que me han querido y sobre todo a los que me quieren, que no sé con extrema exactitud cuantos son, pero los suficientes.


Gracias por seguir soportándome todavía.


PD: La niña de la foto se llama Lucía y es mi sobrina

martes, 7 de agosto de 2007

La nueva ejecutiva de JSC comienza a trabajar



El pasado miércoles la nueva ejectiva se reunió en la sede situada en la calle Bonifaz. No se para el resto, pero para un servidor, el conquilleo interior se hizo protagonista a la hora de entrar por la puerta de la sede.

Lo cierto es que con personas como las que comparto ejecutiva es placer sentarse sobre una mesa de reuniones. Sensaciones hubo muchas, pero destacaría algunas de ellas:

-Ilusión

-Ganas de trabajar

-Conciencia

-Responsabilidad


Todo ello conjugado con experiencia y personas formadas y bregadas en todo tipo de batallas, es una receta de la que solamente pueden fructificar exitos. Y dentro del mismo, ningún gramo de esfuerzo va a ser guardado ni escatimado en la persecución de tal fin.


En toda esta nueva travesía que se nos presenta a todos los afiliados a JSC todo el mundo será bienvenido y los esfuerzos de cada uno serán acogidos con una mano tendida.


PD. Gracias Antonio por tu confianza