martes, 15 de enero de 2008

A OSCURAS

El silencio y la oscuridad hacen de la habitación un lugar más agradable, de ensueño, donde se pueden llegar a compartir sensaciones que otro lugar jamás podrían aparecer. No sabría que hacer si cada noche no durmiese agarrado a su cintura.
- ¿Por qué lo hacen?, ¿por qué ellos?, ¿por qué ahora? - se atrevió a cuchichear él.
- Duérmete, la razón muchas veces en incoherente - sugirió ella entre bostezos.
Ella tiene razón, pero él no la comprende. No entiende que la inmensa mayoría de las ocasiones la respuesta tiene una pequeña relación con la pregunta, aunque le parezca imposible.
El sueño le va devorando a pasos agigantados cada minuto que pasa de las 0:00, pero en ese silencio, a oscuras, consigue comprender que aquello que se hace con franqueza y sinceridad nunca está de más, que las opiniones son caprichosas y muchas cabezas retorcidas. Apenas tres minutos más tarde, disfruta de una de las noches de mayor descanso de su vida. Sueño de satisfacción.

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